La Pyracantha, o espino de fuego, pertenece a la familia de las Rosaceae y es originaria de Asia. Es un arbusto muy cultivado para fines ornamentales y de defensa pasiva, muy rústico y resistente. Hay que ubicarlo a pleno sol o en semisombra, soporta perfectamente las heladas, le gusta de suelos fértiles y húmedos aunque llegan a aguantar muy bien las épocas de sequía.
En estas fechas lo podemos encontrar cubierto casi por completo con un hermoso manto de aromáticas florecillas blancas, y durante el otoño y principios del invierno cambia su fresco vestido blanco por uno repleto de bayas rojas o naranjas, de ahí deriva su nombre común, pues las bayas de un llamativo color fuego llenan de luz los meses más apagados del jardín, estas bayas sirven de alimento a multitud de aves en los meses más duros del invierno, también para confeccionar adornos navideños en la entrada de las casas y decoración de los belenes, incluso se puede realizar una deliciosa mermelada con su fruto. Pero su principal utilidad es para realizar setos perimetrales topiarios de alta seguridad pues debido a la densidad de sus tallos, sus espinas y su porte leñoso no habrá intruso que pueda penetrar. Tenemos ante nosotros a otro resistente espectáculo de la naturaleza con cantidad de utilidades.
