Día 8.- En las puertas del gran río
Es inevitable que nos volvamos a encontrar, pues somos nosotros los que hemos elegido vivir etapas de la Vuelta al Mundo, pero aún así la despedida nos entristece, es curioso como hay personas que con sólo dos conversaciones te parece conocerlas de toda la vida, así ha sido con el Sr. Foog y Passepartout.. Desembarcamos en el puerto de Alejandría, uno de los más importantes de Egipto, la temperatura a pesar de fecha y latitud en las que estamos no pasa de los 30 grados, pero la altísima humedad nos hace sudar de lo lindo, el sombrero ya forma parte de nuestra identidad. Un manto verde de campos de cultivo se divisa desde el promontorio costero donde se asienta la milenaria ciudad se pierde hasta el interior del gigantesco delta que forma el río más largo y legendario del mundo.
Cuando has recorrido y defendido el río de tu territorio te sobrecoge el pensar que estás delante de una de las arterias principales del planeta, sobre todo cuando lo contemplas con semejante equipo humano.
Muchos de ustedes al igual que yo se preguntarán cómo una especie tan icónicamente mexicana acabó colonizando toda la costa Norte y Este de África, además de adentrarse muchas zonas del Sahel; los barcos europeos salían de las costas africanas cargados de africanos secuestrados y convertidos en esclavos, y volvían con animales y sobre todo plantas comestibles para comerciar con ellas antes de volver a cargar personas.
Parece que la vida cuanto más nos empeñamos en maltratarla más se empeña ella en colonizar de forma dulce las tragedias.
Gracias a José Ramón y a Cristina de Geckocactus por ser parte de este viaje.