Día55

Cerca de Los Ángeles hacia el interior nos encontramos con uno de los parques forestales más interesantes de todo este basto territorio; el Parque Nacional de los Árboles de Josué, en él se juntan dos ecosistemas desérticos distintos, el desierto de Mojave y el de Colorado, un increíble espectáculo de especies y antiguo patrimonio cultural dentro de una geología igual de espectacular que les sirve de refugio y supervivencia, y que nos transportan al origen de los tiempos, ahora sí que no hay duda de que estamos ante las puertas del paraíso de las grandes especies suculentas.

Este Parque Nacional tiene una extension de 3.196 km2 y lo visitan cada año casi 3 millones de personas, una vez queda demostrado que el interés de los ecosistemas desérticos está igual de valorado que por ejemplo el de los bosques, tan sólo hay que ir en la época adecuada.

Árbol de Josué se le llama a una especie de yucca, la Yucca brevifolia, que allí en el desierto tiene un crecimiento muy lento de apenas 2 cm. cada año si éste es bueno.

En el parque, la más grande tiene 13 metros de altura, es decir, alrededor de 650 años aguantando la escasez de agua y temperaturas extremas del desierto. En primavera se cubren de ramos florales de color blanco muy aromáticas, siempre y cuando llueva, claro. Fueron los mormones cuando después de atravesar el duro desierto Colorado se encontraron con estos árboles, y les recordaron a su bíblico patriarca Josué implorando con los brazos al cielo la ayuda de Dios.

En el parque encontramos también 5 oasis de centenarias palmeras Washingtonias filiferas, que sirven de refugio a multitud de especies.

También encontramos numerosas especies de cactus, entre todos destaca el ocotillo, Fouquieria splendens, que es una suculenta arbustiva espinosa en forma de palos finos secos, de los que surgen los tallos después de las lluvias, especies muy extrañas y adaptadas a este durísimo entorno.