Día36

Día 36.- Los increíbles y fascinantes jardines de Singapur
 
Viajar, ya sea físicamente, con la lectura, escritura o con cualquier medio disponible, siempre es muy enriquecedor y te llena de increíbles sorpresas, cuando piensas en la etapa siguiente crees que no puede superar a la anterior. En esta ocasión cuando dejábamos Sumatra debatimos si hacer escala en Singapur, pues siendo como es una pequeña ciudad estado creíamos que no podía haber nada de nuestro interés, error. Nada más comenzar a estudiar el micropais nos dimos cuenta que en muchos aspectos es un gigante que teníamos que visitar, y no solo por lo que económicamente representa su comercio, sino por cómo ha invertido parte de su riqueza y de su escaso territorio en la construcción en uno de los jardines más futuristas, con mayor biodiversidad y visitados del mundo. Con este tipo de construcciones vuelve a quedar claro que la riqueza de las ciudades se manifiesta siempre por el nivel y complejidad de sus jardines, y que así ha sido desde la antigüedad y lo será en el futuro. (Tomen nota los alcaldecillos y gerifaltes que hormigonan, asfaltan y plastifican con césped artificial, los encima pequeños parques y plazas de nuestros pueblos levantinos), y por supuesto que no hablamos del disparate de Los Jardines de la Bahía de Singapur, cuyo coste superó los mil millones, sino de un poco de sentido común a la hora de diseñar los pueblos y ciudades y mitigar las llamadas islas de calor, aunque lógicamente sí se pueden tomar ideas como la inicial de esta gran ciudad de rodearla por una grandísima zona verde » la ciudad dentro de un jardín», fue su eslogan.
Los jardines tienen una superficie de más de 100 campos de fútbol y se empezaron a construir hace unos quince años, los cuales cada año visitan millones de personas. Construcciones arbóreas de acero y hormigón de 50 metros y recubiertas por miles de plantas, con los invernaderos de cristal más grandes del mundo, llenos de todo tipo de plantas recreando todo tipo de hábitats han convertido a este lugar en el mas visitado de la ciudad, recordando al viajero que la riqueza a todos los niveles no sólo se mide por el dinero que tienes guardado, sino por el que inviertes en tus ciudadanos.
¿Qué habría pensado nuestro escritor Julio Verne si hubiera visto semejantes diseños? ¿Qué inspiraciones le habrían surgido? Indudablemente muchas y muy variadas, pues los entornos desarrollados para la relajación y ocio, basados en criterios ambientales son fuente constante de inspiración y sanación.
Después de visitar el enorme invernadero con la gran colección de cactus y especies desérticas africanas, nos despedimos y ponemos rumbo a nuestra siguiente etapa.