Día 3.- Pinoso – Santa Pola
HINOJO MARINO
Entre Pinoso su Cabezo y el Hinojo Marino
El municipio de El Pinos crece a las faldas de un monte redondo y rojo como una gran y arrugada toña, enorme e increíble, pero que en vez de ser dulce es más salado que el mar y, en muchos de sus lugares con aromas a gasoil, hablamos del gran y único Diapiro de Pinoso, un enorme monte de yeso y arcilla con forma de seta cuyo tallo de sal de 4 o 5 km. y 2 de diámetro, del que tan solo emerge el sombrerete rebosante de arcillas y margas. La coronilla de este monte con sus vertidos de todo tipo está lleno de tuberías, casetas y bombas desde donde se inyecta gasoil y agua y se extrae el agua con sal, se decanta y se conduce por una gran tubería hasta las lagunas de Torrevieja y Santa Pola, allí después de evaporarse el agua recogen la sal y la mandan a media Europa. Bajo salario le damos al Cabezo por semejante obsequio.
Y así, descubriendo el corazón de nuestros montes es como llegamos a la costa donde crece nuestra maravillosa y útil planta de hoy; el Hinojo Marino, Crithmum maritimum, única especie de su género de hojas carnosas, verde azuladas, con anisada floración estival y tallos profundos muy enterrados, muy resistente a bajas y altas temperaturas, máxima insolación, aguas salitrosas y vientos marinos constantes. Nuestro maestro etnobotánico y amigo Pedro Pérez Roque nos contaba, que la Nasa la estaba estudiando por tener todo lo necesario para una alimentación equilibrada y completa, ¿Quién sabe si algún día no surcaremos las estrellas a base de esta planta?, el caso es que en muchos lugares, como en Mallorca han tenido que prohibirla en los restaurantes por su excesiva depredación.
Como tiene propiedades antiescorbúticas, y depurativas así como digestivas y diuréticas los navegantes de otros tiempos las llevaban en sus largas travesías, puestas sus hojas en adobo con sal y vinagre, por lo que vamos a prepararlas para nuestra próxima etapa en la nos embarcaremos rumbo a Catania dentro de 1 hora y 35 minutos.
El Hinojo Marino ( Crithmum maritimum) se ha utilizado desde la más remota antigüedad, contiene numerosas propiedades y está considerado como un superalimento.
Crece en suelos pedregosos por toda la costa mediterránea y gran parte de la atlántica, resiste plena insolación y su cultivo para restauraciones paisajisticas va en aumento.
A la hora de recolectarlo es importante controlar la legislación de cada lugar pues es muchos sitios esta protegida, y por supuesto nunca hay que arrancar ejemplares de raíz, es mucho más fácil su reproducción por semilla.
Sus semillas anisadas nos recuerdan a las del Hinojo común pero más gruesas.