Día19

Seguimos descubriendo algunas de las especies más extrañas del llamado cuerno de África y lo hacemos nuevamente de la mano de una de las mayores expertas a nivel mundial de este tipo de especies, Verónica Cintia, que desde su Argentina natal nos ilustra a través de sus palabras con una de las especies más emblemáticas de Somalia;

‘Sin duda, la Asclepia más amada por todos es la Edithcolea grandis, o “Flor de alfombra persa”. Esta belleza tiene su hogar en África oriental, la península arábiga y la legendaria isla de Socotra. Ha desarrollado algunas adaptaciones extraordinarias a estos ambientes áridos y hostiles. Debido a que estos lugares carecen de recursos para sustentar a las abejas, avispas, mariposas y otros polinizadores típicos, ha hecho uso de otra táctica para atraer a polinizadores diferentes… ¡las moscas! Las flores, que son excéntricas obras de arte, enormes y complejas, emiten un aroma que, según olfatos entrenados, van desde «basura caliente» hasta «cadáver de cinco días» o «camión de basura lleno de bolas de naftalina». Además, sus características físicas especiales las hacen asemejarse a los animales muertos. Son algo «peludas», como la piel de una bestia muerta, sus pétalos se ven y se sienten como piel de animal, y sus tonos están diseñados para imitar el aspecto de la carne podrida.

Requiere exposición al sol, sombra parcial o sombra ligera. Sus principales requisitos son un sustrato con excelente drenaje -el suelo no debería retener agua durante más de seis horas por su alta propensión a la pudrición-; y temperaturas cálidas, preferiblemente no inferiores a 13-15º C, tolerando los 40ºC sin dificultad. Esta planta produce sus célebres y realmente espléndidas flores de color amarillo pálido con manchas de color marrón rojizo entre noviembre y abril’.

En realidad esta vuelta al mundo no tendría sentido si no fuera con colaboradores de todo este maravilloso mundo, gracias Verónica.

Seguimos con nuestra siguiente y emblemática especie y como África es el continente de los aloes pues vamos con el Aloe somaliensis, un precioso Aloe sin tallo y que agrupa sus alargadas, carnosas y como no, medicinales hojas en vistosas rosetas, su coloración varía desde el marrón rojizo al verde brillante, salpicadas sus hojas de lunares claros y bordes aserrados de color blanco con lunares alargados, las flores emergen del centro de la roseta en un tallo con numerosas flores rosas y anaranjadas en la punta. De porte mediano y muy fácil de mantener.

Y desde la maravillosa ciudad de Bosaso con sus increíbles playas decimos adiós al continente Africano y nos embarcamos hacia la mítica isla de Simbad el Marino, mañana os contaremos que tal.

Un abrazo muy fuerte a todas y todos los que nos estáis siguiendo.