El Mar Rojo es uno de los lugares más Singulares del planeta, es una franja de mar de 2.200 km de largo y 300 de ancho que está unido al Mediterráneo por el Canal de Suez por el norte y al Arábigo y este al Océano Indico por una estrecha abertura de apenas 50 km jalonada por islas e islotes por el sur. Es un pequeño mar alargado casi cerrado en sus extremos, rodeado de desiertos y volcanes y con zonas poco profundas, esto lo convierte en un verdadero paraíso para miles de especies, un frágil ecosistema sosteniendo el mayor tráfico de barcos del mundo, toda Europa y Asia pasan por este lugar, y cómo no, también pasamos nosotros por este estrecho al que llaman Puerta de las lamentaciones o las lágrimas o Bab el-Mandeb. Cuenta la leyenda que cuando África se separó de Asia por este punto hubieron miles de víctimas y con sus lágrimas formaron el Mar Rojo, decimos adiós al paraíso de Jacques Cousteau que tanto defendió y exploró a bordo de su Calipso. Vamos bordeando las costas de Somalia, país que tiene forma de V con su base mirando a la India, el llamado cuerno de África, país semidesértico, pero con ricos recursos energéticos e importancia geoestratégica, país donde hasta hace poco se cambiaba la pesca a países occidentales por armas, otra vez la misma historia.
Algunos de los países por los que hemos pasado en esta historia y algunos cercanos más; Libia, Egipto, Palestina, Israel, Sudán, Eritrea, Etiopía, Djibouti, Somalia, Yemen, prácticamente las regiones donde nuestro Homo Sapiens se empezó a desarrollar como presunto ser racional, países donde actualmente están en guerra declarada unos con otros o entre ellos mismos.
Félix Rodríguez de la Fuente hablaba mucho sobre la especialización de las especies y de que esta especialización también era su talón de Aquiles, pues si les fallaba esa presa o esa técnica se podían extinguir, decía también que nuestra especialización era como grandes depredadores que somos era la depredación y que después de haber vencido a todos los grandes carnívoros nos habíamos especializado en enfrentarnos entre nosotros mismos. Nos hemos especializado en la Guerra a la que incluso llamamos arte.
Y ahora aquí sentado rodeado de puro arte de piedra y madera, donde la rigidez y sensibilidad se dan la mano y crean inspiración y paz, y la Luna nos observa deseosa de un cambio, lanzamos en una botella a este Mar y en esta Tierra de todos los colores que se puedan imaginar un claro y contundente mensaje; ¡¡Basta ya de guerras¡¡