Día16

Eritrea tiene una zona de interior rodeada de altas montañas y con valles muy cercanos a las de Etiopía cargadas de humedad que les proporcionan agua y tierra fértil, por esta zona se encuentran varias especies de aloes como el steudneri, el país también está formado por una estrecha franja costera de unos 500 km. de longitud y 70 km. de anchura con grandes deposiciones de sal, volcanes, cráteres y barrancos pedregosos donde la temperatura alcanza fácilmente los 50 grados, nos está siendo muy difícil averiguar qué clase de vegetación suculenta podemos encontrar, aunque hay una que pasa muy desapercibida pero también muy apreciada por los coleccionistas y aficionados, es una herbácea bulbosa de la familia de las Asparagaceae llamada Ledebouria revoluta, es una planta pequeña que forma grupos con tallos cortos de los que crecen hojas alargadas y espigas con pequeñas flores durante la época de lluvias, en la estación seca del invierno pierden las hojas y lo pasan en reposo.

Primo de la Euphorbia candelabro, la euphobia de Eritrea alcanza un porte más bajo, de unos 5 metros máximo y un tronco y tallos menos sinuosos en su zona de origen crecen de forma aislada y emiten unas pequeñas hojas en la época de crecimiento que luego cuando llega la época seca van perdiendo. Esta especie debido a su valor ornamental se ha extendido por todos los jardines cálidos del mundo, en las regiones frías se cultiva como planta de interior eso sí hay que ponerla donde tenga mucha luz.

Estamos en Asab, a punto de salir del Mar Rojo muy cerca de la República de Djibouti casi en la Puerta de las lamentaciones o Bab el-Mandeb, pero esa es la historia del próximo día.

Y a 2.000 metros y con la chaqueta puesta y contemplando la maravillosa Meseta de Eritrea nos despedimos hasta mañana.