Albaricoque

ELECCIÓN IDEAL PARA EL INTERIOR DE ALICANTE
Hoy os presentamos al árbol que sin duda es el eslabón del paso del huerto práctico y productivo al huerto de valor ornamental y espiritual y que con el paso de los años pasarían a denominarse como jardines. Hablamos de un pequeño árbol, generoso y humilde pero deliciosamente atractivo y elegante, hablamos de uno de los numerosos primos del almendro, hablamos del Albaricoquero, Prunus armeniaca. Encontramos su origen en Asia y pertenece a la familia de las Rosácea, puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura, pero para facilitar su recolección siempre lo vamos a encontrar con portes mucho más bajos.
Es un árbol muy rústico capaz de aguantar tanto inviernos muy frescos como veranos muy calurosos siempre y cuando el suelo conserve cierta humedad.
Su floración aparece a finales de invierno principios de primavera y es espectacular con una belleza y fragancia difícilmente superable por ningún otro frutal, con tonos blancos y rosas y con flores simples o compuestas.
Sus frutos los produce de forma abundante y con tal cantidad que a los 4 o 5 años de plantarlos ya da para hacer mermeladas o secarlos, se recolecta desde finales de mayo hasta finales de junio, dependiendo de la variedad.
No es muy exigente con el suelo, pero sí requiere de un buen aporte de acolchado y de estiércol o humus para mejorar la producción y calidad de su fruto.
Para conservar este árbol durante muchos años, libre de plagas y con grandes cosechas recomendamos periodos y cantidades fijas de riego a partir de mayo hasta noviembre, el resto del año prácticamente no necesita agua.
Sin duda es el frutal ideal para el interior de Alicante, por los pocos problemas que da y más frutos produce.