La mañana nos ha llevado hasta un esbelto chopo blanco (Populus alba var. piramydalis) el cliente quería una drástica reducción de copa, (mutilación que sobre todo los chopos no toleran y siempre traen males mayores), pues según explicaba en los días de viento se movía demasiado, después de examinar desde la base del tronco hasta un par de metros, el diagnóstico ha estado fuera de toda duda. Un antiguo desgarrón o poda muy agresiva le había originado un gran ahuecamiento por uno de los lados y una pérdida total del todo el lado contrario de la base, un daño totalmente irreversible y con alto riesgo de fractura del árbol por lo que se ha optado por la tala del ejemplar. Al estar rodeado de inmuebles la tala ha sido por desrame desde la copa y posteriormente corte de trozos de tronco con control de caída, y sí, arriba se movía mucho más de lo esperado, en estos casos es cuando la rapidez en la descarga de peso de la estructura, la técnica y la sangre fría son nuestros principales aliados.
Cuando escuchamos decir que el viento ha derribado un árbol suele ser falso, el viento tan sólo suele ser un detonante, muchas veces es debido a problemas estructurales del árbol (roturas de raíces, debilidades, podas drásticas, contaminación del suelo....), por eso es tan importante adelantarnos a las caídas o roturas incontroladas. Siempre es preferible no tener un árbol mutilado y con evidentes riesgos que lo contrario.
